Me levanto de la siesta, me voy a los Verdi, uno de esos cines a los que me gusta ir por dos razones: la primera, por mi habitual afinidad de gustos con su cartelera y la segunda, porque uno se siente casi como haciendo una obra de caridad al pagar su entrada a ese establecimiento del que nadie se explica su supervivencia; con sus alfombras de terciopelo rojo, con su servicio de acomodadores, con sus sexagenarias taquilleras uniformadas con pajarita…
Vemos “This is England” y me gusta mucho.
A la salida, en la cafetería, reconozco a Achero Mañas. “Claro que sí” Pienso, alguien que escribe que le encanaría cambiar este puto mundo no podría estar en ningún otro sitio un domingo a estas horas.
Por la noche, cuando llego a casa, me acuerdo de la anécdota y miro durante un rato la portada del guión de Noviembre que un día me regalaron. El texto más idealista y estereotipado que jamás se ha escrito y que sin embargo todavía me encanta...
Y es que yo creo que sigo viva gracias a esos pequeños ideales.
Vemos “This is England” y me gusta mucho.
A la salida, en la cafetería, reconozco a Achero Mañas. “Claro que sí” Pienso, alguien que escribe que le encanaría cambiar este puto mundo no podría estar en ningún otro sitio un domingo a estas horas.
Por la noche, cuando llego a casa, me acuerdo de la anécdota y miro durante un rato la portada del guión de Noviembre que un día me regalaron. El texto más idealista y estereotipado que jamás se ha escrito y que sin embargo todavía me encanta...
Y es que yo creo que sigo viva gracias a esos pequeños ideales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario