No es ninguna casualidad que Apple, en su modelo más conocido de reproductores de mp3 haya colocado la función de play y stop en una misma tecla. Se trata de una decisión de sus diseñadores, que nos demuestra una vez más, que todo empieza en el mismo punto en que se acaba: en miradas perdidas, en abrazos sin beso, o en cualquier punto de esa canción homicida, que aunque la pares en tus cascos, sabes que irrenmediablemente seguirá sonando en el primer bar donde entres, y por supuesto, también cuando vuelvas a conectar el aparato. Justo por el minuto en el que la habías dejado.


Sin duda, era mucho mejor cuando podíamos pulsar el stop, y dar la vuelta a la cinta.

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